
Un libro que desenmascara la histografía dominante que no hacen más que contar fábulas que a fuerza de repetición se convierten en verdad y palabra de evangelio. Los robos de las citaciones, tal como se ven en muchos países europeos en la actualidad. Muchas editorialistas no se empeñan en verificar si lo que están publicando es verdad o simples mitos, en este sentido que Michel Onfray enfoca en cada una de sus libros, pero en esta oportunidad voy a ir al libro ya antes mencionada.
Entre estas fabulas que nos cuentan los intelectuales falsarios, están por ejemplo la siguiente idea, cito:
La filosofía nace en el siglo VII antes de Jesús Cristo en Grecia con los individuos llamados presocráticos. Esta sola frase contiene al menos tres errores: Una de fecha, uno de lugar, uno de nombre. Porque se cree mucho antes a esta fecha en Sumeria, Asiria, Babilonia, Egipto, India, China y otros bárbaros según el punto de vista de los griegos. En cuanto a los presocráticos, he aquí un cajón de sastre muy útil para evitar ir a examinar más de cerca. (p.54)En efecto Michel Onfray, nos muestra un momento situado antes de Sócrates. Si se toma la fecha de nacimiento, cerca de 469. O aquel de su muerte 399. O aun aquella de su apogeo 350. En una buena lógica, puede decirse presocrática un evento - la caída de Tales en un pozo -, un libro - el poema de Sobre la naturaleza de Empédocles-, un filósofo - Heráclito, Parménides, Demócrito -, un pensamiento - el atomismo abderitano. O ¿Quién podría explicar que la filosofía de Abdera puede ser el presocrática, sabiendo que las estimaciones permiten de hacer un cuasi-contemporáneos del nacimiento de Sócrates, mientras que sobrevive tres décadas? por consiguiente, ¿Por qué este error flagrante - avalado pero no corregido por Jean-Paul Dumont en su edición de la Pléyade? Se cuestiona Onfray.
Y, así podemos citar otros ejemplos, pero dejémoslo ahí. Michel Onfray, quien en varias oportunidades declara que la filosofía le salvo la vida, sin ella no habría sido lo que hoy es, un libertario que va en contra corriente al pensamiento dominante. La filosofía sana su ser, lo constituye, lo estructura, lo solidifica y propone enseguida su auto terapia como una soteriología generalizada. Filosofar, es hacer viable y vivible su propia existencia, allí donde nada está dado y todo queda por construir.
Tampoco un filósofo debe ser aquel que solo comenta textos de sus antecesores, sino todo lo contrario, requiere de una reflexión profunda, análisis y de una relación intima entre el pensamiento y la acción, entre la teoría y la práctica. Cito:
La biografía de un filósofo no se resume en un solo comentario de sus obras publicadas, sino de la naturaleza del enlace entre sus escritos y sus comportamientos. Más que otro, la filosofía debe tener ligado estos dos tiempos a menudo opuestos. La vida se alimenta de la obra que ella misma nutre la vida: Montaigne lo hizo el primer descubrimiento y la demostración, él sabe qué hace un libro, y éste es tanto aún más notable ya que él nos constituye también a cambio. (p.78)El filósofo, Onfray apuesta por una filosofía pragmática e útil y no por las tantas otras enemigas de ella., vuelvo a citar:
Quiero de una filosofía utilitaria y pragmática, y no su enemiga hermana: idealista y conceptual. Sola la primera permite el proyecto existencial. (p.79)Pero, hay que aclarar bien las nociones de los términos. En efecto, porque en la tradición clásica, el utilitarismo y el pragmatismo son entendidos en doble sentido.
Así materialista: según el filósofo, pensador que afirma el mundo reductible a un puro y simple disposición de materia; pero también, para el común de los mortales, individuo obsesionado por la acumulación de bienes y riquezas [...] El sofista profesa una perspectiva metodológica, el expresa simultáneamente para el numero más grande el individuo aficionado de razonamiento engañoso pretenden tener éxito por todos los medios.... (p.79-80)El utilitario, hay que ver en dos campos diferentes, es decir en los filósofos y en el común de la gente. Para los filósofos anglosajones, según Onfray, el pensamiento es claro, preciso, legible, libre de todo a priori metafísica y sobre todo que produce efectos en la vida cotidiana, en lo real. Y para el hombre común de la calle, el utilitarismo estigmatiza el comportamiento de una persona interesado en sus relaciones con los demás, incapaces de generosidad y de gratitud.
Parecido comportamiento con relación al pragmatismo. Filosóficamente, esta corriente pone en perspectiva el conocimiento y el fin racional. En otras palabras: este nuevo positivismo propone una teoría de la verdad rechazando el absoluto de los idealistas a favor de la relatividad epistemológica.
El utilitarismo pragmático, que nos propone Onfray es renviar al consecuencialismo filosófico: no existe verdades absolutas, ningún bien, de mal, de verdad, de juste en uno, sino relativamente a un objetivo claro y diferente.
Un sistema hedonista
Michel Onfray, comprometido por la contra-historia de la filosofía alternativa a la histografía dominantes idealista, defiende la razón corporal, por una perspectiva existencial donde todos convergen en un sólo punto: el hedonismo: goza y haz gozar, sin dañar ni a ti ni a alguien, he aquí toda moral. (p.81)
Onfray, quien se opone a la teoría platónica del deseo como falta una lógica de Demócrito del exceso amenazando desbordamiento; cuando propone un feminismo libertaria que celebra la mujer contra el culto judío-cristiana de la virgen, o de la esposa y de la madre; cuando Onfray defiende el contrato escrito perpetua reconducible en lugar del matrimonio, entre otros; Onfray se convierte en un libertario emblemático (p.83), según sus propias palabras del filósofo. Quien, también defiende un pensamiento fuerte, sólido, estructurado, coherente y trata de examinar minuciosamente la totalidad de los conocimiento posible.
En referencia a la ética colectiva, la segunda parte del libro donde habla de la moral ateológica, la necesidad de la descristianización del hombre occidental, por ejemplo, él escribe: Los términos de alternancia oscilan entre los monoteístas : judío-cristiano o musulmán, podemos querer evitar este desastre impase optando por una tercera solución : ni el uno, ni el otro, sino, en otro lugar, un verdadero ateísmo que rechaza también la Tora, el Nuevo testamento y el Corán para preferir la Ilustración de la razón y el brillo de la filosofía occidental. Contra la religión del Libro único que no quiere a los otros libros y comulga en el odio de la razón, de la inteligencia, de las mujeres, de los cuerpos, de las pasiones, de los deseos, de la vida, y en todas partes, juguemos más bien el espíritu de la Enciclopedia de Diderot y D'Alembert...
Démosle la espalda a las ficciones, a las fábulas y, dirijámonos mejor hacia la filosofía... (p.93)Michel Onfray, siempre en sus textos hace mención a los ignorados del mundo intelectual, no solo los de la actualidad, sino también de la época de la Ilustración. La histografía dominante que hasta hoy tienen entre los Ilustrados a muchos teístas, deístas o panteístas, concesiones hechas al espíritu de la religión cristiana. Entre los verdaderos ateos puros, precisos, directos que defiende y reivindica Onfray están Meslier, Holdbach, Julien Offray de La Méttrie. Un inicio del nuevo mundo post cristianismo en el siglo XVIII. Un ateísmo que merece hoy en día una definición reafirmado contra el imperio de los monoteístas.
Para Onfray, un ateísmo post cristiano conserva el principio de la peligrosidad de Dios, cito:
Este ateísmo no niega su existencia, sino la reduce a su esencia: la alienación fabricada por los hombres según el principio de la hipóstasis de sus propias impotencias concentradas en una fuerza inhumano, en el sentido etimológico, adorado como una esencia separado de sí mismo. Según el principio bovárico, los hombres no quieren verse tal como son: limitados en su tiempo, su poder, su saber, su fuerza. Por lo tanto, ellos imaginan a un personaje conceptual dotado de atributos que les falta. Así Dios es eternal, inmortal, omnipresente, omnisciente, etc. (p.95)Una vez que todas ficciones y misterios esclarecidos, el ateísmo tomaría su lugar para llegar a un post cristianismo, donde la libertades individuales cortadas por el Nuevo testamento, tomarían su fin.
En otra parte del libro, Onfray describe al delincuente relacional, aquel que ni responsable, ni culpable, reporta una serie de arreglos existenciales convirtiéndole en un incapaz de mantener una relación ética. Y en caso de amenaza para el delincuente relacional, la solución es una reacción proporcional: la anulación. Por otro lado el hedonismo se define positivamente por la búsqueda del placer, pero también negativamente como evitar las ocasiones de desagrado.
Frente a los ojos de los adversarios, es necesario hacer una diferencia ente individualismo y egoísmo. La primera afirma que sólo existen individuos, el segundo que no existe más que el -, autismo, consumismo, narcisismo, indiferencia a los males de los demás y de la humanidad todo entera...
En realidad el hedonismo defiende exactamente lo contrario. Cito:
El placer no se justifica jamás si se debe pagar del disgusto del otro. Solo existe una justificación al disgusto de los demás: cuando no podemos hacer lo contrario para evitar el imperio destructor de la negatividad de un tercero. En otras palabras: cuando la guerra se hizo inevitable. (p.115)En la tercera parte del libro, dedicado al erótico solar. Veinte siglos de cristianismo, tiempo vasto como para dejar impregnado las esquizofrenias de los religiones en casi todo el mundo donde llegaron los religiosos. Cito, otro pasaje del libro:
El erotismo es antídoto a la sexualidad definida por su naturaleza bestial: cuando el sexo habla sólo expresa las pulsiones las más brutas del cerebro reptil; cuando el sexo de manifiesta en el artificio, él toma lo mejor de la civilización que lo produce. (p.122)Si se busca durante el judío-cristiano en las civilizaciones a los eróticos chinos, japoneses, nepaleses, griegos, romanos, etc., no encontrará más que odio de los cuerpos, de la carne, del deseo, del placer. Ningún arte de gozar católico, pero un inteligente dispositivo castrador y destructor de toda tendencia hedonista. Onfray dice que uno de los pilares de esta máquina para producir eunucos, vírgenes, santos, madres y esposas en cantidad, se efectúa siempre en detrimento de lo femenino en la mujer.
Libido libertario
Antes de iniciar con el análisis de Onfray, es necesario hacer una diferencia entre amor, sexualidad y procreación, porque si no tendremos algunos problemas para entender el libido libertario. Primero, como es de conocimiento la iglesia condena el nacimiento de un niño fuera del matrimonio de los padres, también la iglesia se opone al uso de los contraceptivos. Pero gracias a la ciencia ahora es posible la fecundidad, que igualmente la iglesia lo prohíbe. Onfray dice si añadimos a la ley de Neuwirtth [ley francesa que autoriza el uso de contraceptivos, promulgada el 28 de diciembre de 1967; NDRL] la ley de Veil [Ley francesa que permite la interrupción voluntaria de embarazo, promulgado el 17 de enero de 1975; NDRL]. Allí aun una autentica revolución.
Segundo, Michel Onfray dice que, para hacer posible la sexualidad sin el amor, si lo definimos el amor como el sentimiento promulgado para hacer retroceder en la sombra la exigencia de la naturaleza bajo el dispositivo de la pareja monógama, fiel y cohabitación.
Porque una separación con el amor, no excluye la existencia del sentimiento, de la afección o de la ternura. No querer comprometerse para la vida en una historia de larga duración no prohíbe la promesa de una dulzura amorosa. La relación sexual no está destinada a producir efectos en un futuro más o menos cercano pero a gozar plenamente del puro presente, a vivir el instante magnifico, a agotar aquí y ahora en su quintaesencia. (p.130)Un soltero o soltera, no siempre está sin la compañía de alguien o sin pareja atraída, al contrario se define como alguien, incluso comprometido en una historia que podríamos decir amorosa, conserva las prerrogativas y el uso de su libertad. Es alguien quien goza de su soberana autonomía.
Ahora pasemos a la metafísica de la esterilidad. La posibilidad fisiológica de concebir un niño no obliga el pasaje al acto - todo como el poder de matar no genera en nada el deber de ejecutar un homicidio. Textualmente Onfray escribe:
Si la naturaleza dice: "Usted puedes", la cultura no adiciona forzosamente: "Entonces usted debe". Porque es posible someter sus pulsiones, sus instintos y sus deseos en la rejilla analítica de la razón. ¿Para qué tener hijos? ¿En nombre de quién? ¿Para hacer qué? ¿Qué legitimidad tenemos para hacer surgir de la nada a ser al cual proponemos, en definitiva, sólo un breve pasaje sobre este planeta antes de regresar a la nada de la cual proviene? (p.134)A la cual, responde haciendo un llamado a los que se obedecen ciegamente para engendrar, mientras que este acto fuertemente metafísico debería obedecer una elección racional, razonable e informada.
En otra parte del libro, Onfray trata la bioética. En este asunto, una vez más vemos que muchos de la opiniones en contra o en favor, de alguna manera tienen una cierta dosis de los perjuicios provenientes de la religión o simplemente como dice Michel, aún muy frecuente vivimos con un cuerpo platónico, un cuerpo esquizofrénico dividido en dos partes irreconciliable donde el uno, digamos ejerce un dominio considerable sobre el otro. : La carne domina el alma, la materia posee el espíritu, las emociones sumergen la razón, etc.
Es esta dicotomía que sufre el cuerpo occidental en la vida diaria, en los problemas de salud, medicina o todo lo que concierne de alguna manera a la bioética. Esta disciplina que podría y de hecho que lo es, en beneficio de la humanidad, sin embargo no es bien recibido por la tradición filosófica idealista incapaz de responder a los desafíos propuestos por estas cuestiones nuevas que solo una filosofía utilitaria et pragmática pude resolver. (p.175)
Un fantasma se asoma sobre las consciencias - o mejor dicho en los inconscientes - aquel del ángel, modelo absurdo de lo ideal platónico-cristiano. ¿Qué es un ángel? Una criatura de éter y de sueño, un viviente sin vida, una encarnación sin carne, una materia inmaterial, un anticuerpo escapando a las leyes habituales del cuerpo: él no nace ni muere, no goza ni sufre, no come ni duerme, no piensa ni copula. (p.176)
Todo esto, para Onfray, no sería tan grave si este modelo no constituyera aun el esquema del cuerpo occidental. Compuesto de cuerpo y alma hasta en las obras de Freud.
EL cuerpo real, el contrario del ángel, bebe, come, duerme, envejece, sufre, muere, esta compuesto de nervios; es decir estamos lejos del éter. Por otro lado la construcción de un cuerpo occidental, según Onfray, se efectúa con la neurosis de Pablo de Tarso, gran rencoroso de sí. Muchos siglos de patología griega y latina, de escolástica medieval y de filosofía idealista transmitidos por los pecados, sermones, discursos simplificados por el clero hacia el pueblo durante miles de años, dejando como herencia un cuerpo mutilado.
En filosofo Onfray, también escribe sobre el post humanismo, con la cual particular me converjo con estas ideas y de todo quienes buscan el bienestar de la humanidad vía la ciencia y la tecnología. Y un medio, entre otros, de este post-humanismo, para Michel Onfray, es la transgénesis. Quien, por otro lado no del todo apoya la idea del clonaje, porque para él sería la producción industrial de individuos idénticos en la perspectiva de una humanidad realizando la fantasía fascista de la masa embrutecida ordenado por la élite del poder....Bravo para la ciencia-ficción, pero cero en materia de ciencia. (p.184)
Continuando, con lo humanidad, pero desde los orígenes del viviente. ¿Pero cómo definir la vida? Onfray la define como el juego entre los dos vacíos, entendiéndose que toda existencia supone una salida de la nada en la sola perspectiva de regresar allí un día. Pero precisando que entre estos bordes es difuso, que permitirían decir un antes, durante y después, nos dice Onfray, para luego lanzar algunas preguntas: ¿Qué un ser procede de un espermatozoide y de un ovulo, nadie lo ignora, pero cuál es la posición filosófica de estos dos objetos separados? ¿De la semi-vida? ¿De la viva potencial? ¿Dos fuerzas complementarias, vivientes, pero exigen la reunión para una otra vida, real, verdadera esta vez? (p.191)
Después de una breve explicación, Onfray dice que la humanidad del hombre se inscribe por lo tanto entre el vivientes, entre los dos vacíos. Obviemos la discusión del proceso biológico segundos después que el espermatozoide ingresa al ovulo, porque ni el embrión es persona. Pasemos al punto para ver en qué momento el hombre se hace humano. Cito:
La humanidad surge en un hombre no con su forma (humana) sino con su relación (humana) en el mundo. El puro estar en el mundo no es suficiente, la cucaracha también está en el mundo. Hace una falta una conexión, una relación interactiva, un enlace con la realidad tangible.
Porque la capacidad de un ser supone en él la capacidad de percibir el mundo que lo rodea, a sentirlo, comprender, etc. Para hacer eso, mínimamente se requiere un grado de desarrollo neural. Onfray dice: Porque en los primeros días o semanas no es suficiente al agregado de materia y de células para constituirlo más allá del viviente sin realidad personal. La materia gris debe poder reaccionar a los estímulos reductibles a dos tipos: la capacidad a sentir el placer y la posibilidad de rechazar el dolor - la base del hedonismo. Científicamente, esta posibilidad anatómica se sitúa en el vigésimo quinta semana de existencia del feto. He aquí la fecha a partir de la cual él sale de la nada para entrar en el humano, habiendo estado vivo desde el encuentro espermatozoide/ovulo. (p.192-193).Pero, ¿Qué pasa cuando llega en fin de un individuo, ¿Cómo abordar la muerte? Entre sus análisis de Michel Onfray, podemos leer: La teología debe ceder el lugar a la filosofía, el cristianismo desaparecerse para permitir a la sabiduría antigua - estoica y epicúrea en prioridad... (p.196). Porque la muerte se supone la abolición de lo que nos hace sufrir o disfrutar. Nada que temer.
Y, en la sexta y última parte del libro está consagrado a la política libertaria. Pasando por la revolución francesa, la caída del muro de Berlín, la desaparición de la Unión Soviética, pasando por las dictaduras militares nazis y Mussolini durante más de 70 años. Luego de tantos años de poder ¿Que queda? Nada...un país durmiente, paralizado de miseria generalizado, profundamente traumatizado, marcada por muchas generaciones. Ninguna producción literaria, filosófica, cultural, artística digna de este nombre: una catástrofe integral. (p.202).
Un adversario liberal que ganó sin antes ir al combate, producto de eso, un ganador decidido a reemplazar la miseria soviética por la miseria liberal. Donde los mercados se abrieron y con ello la generalización de la prostitución, el dinero sucio reina por todos lados donde hay poder, aparición de hambre, aumento de la lógica consumista, tráficos internacionales de materias fisionables, guerras entre etnias, etc.; Marx fue considerada una plaga planetaria, Tocqueville se convertía en la Cólera generalizada.
Para finalizar, Onfray, nos habla de la política hedonista y libertaria post moderna que no considera como objetivo la creación de sectores puntuales, de espacios libres, de micro espacios para hacer frente al micro fascismos. La posición libertaria propone una práctica existencial en todas las ocasiones y todas las circunstancias. Adicionado lo que dice Onfray sobre la anarquía, iría al frente de la catástrofe., es por eso que una sociedad anarquista seria siniestra e improbable. Sin embargo, un comportamiento libertario, incluso en una sociedad pretendiendo realizar la anarquía, allí una solución ética - por lo tanto política. Porque el objetivo, aquí como en cualquier parte del mundo, es el mismo: crear las oportunidades individuales o comunitarias de ataraxia real y de serenidad efectiva (p.230).
Un libro, muy interesante, donde nos invita a la reflexión, el análisis de la humanidad para una mejor convivencia. El poder de existir.
Libro : La puissance d'exister, Michel Onfray, Editions Grasset & Fasquelle, 2006, 230 páginas.
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(*) Michel Onfray, doctor en filosofía, fundador de la Universidad Popular de Caen en octubre del 2002, de la Universidad Popular del gusto en Argentan en el 2006 . Y más recientemente, un Teatro Universidad Popular del Teatro en el 2013.
Es autor de unos sesenta libros en las cuales él propone una teoría del hedonismo: ¿Cómo pensar como un artista? ¿Cómo instalar un campo de la ética de la estética? ¿Qué relaciones existen entre el hedonismo ético y el anarquismo político? ¿Según qué modalidades una filosofía es aplicable? ¿Qué posibilidades el cuerpo puede esperar de las ciencias post-modernas? ¿Cómo descristianizar la episteme occidental?
Es autor de unos sesenta libros en las cuales él propone una teoría del hedonismo: ¿Cómo pensar como un artista? ¿Cómo instalar un campo de la ética de la estética? ¿Qué relaciones existen entre el hedonismo ético y el anarquismo político? ¿Según qué modalidades una filosofía es aplicable? ¿Qué posibilidades el cuerpo puede esperar de las ciencias post-modernas? ¿Cómo descristianizar la episteme occidental?
Sus obras :
Su trabajo lo llevó a celebrar el sentido criticado, como el olfato y el gusto: Le Ventre des philosophes. (1989) (Premio de la Fundación, Premio Chiavari), L’art de jouir. (1991), Les Formes du Temps. (1996) y laLa Raison Gourmande. (1995, Premio Libertad Literaria).
Sin embargo, no deja de lado los sentidos visuales y ofrece una estética contemporánea: L’Oeil Nomade (1993), Métaphysique des Ruines (1995), Splendeur de la catastrophe (2002), Les icônes païennes (2003), Epiphanies de la séparation, (2004), Le chiffre de la peinture (2008) examina las pinturas de Jacques Pasquier, Monsu Desiderio, Vladimir Velickovic, Ernest Pignon Ernest, Gilles Aillaud y Adami. O, en el arte contemporáneo,Archéologie du présent. (2003). Y muchas otras obras más. Si desea ver la integralidad de sus obras, visite la biografía de Michel Onfray.
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