Libro: La Gloria de mi Padre de Marcel Pagnol (Recuerdos de Infancia – Tomo 1) - Cité de libro

Lo último

Home Top Ad

Post Top Ad

viernes, 13 de noviembre de 2015

Libro: La Gloria de mi Padre de Marcel Pagnol (Recuerdos de Infancia – Tomo 1)

La obra titulada Souvenirs d’enfance (Recuerdos de infancia) de Marcel Pagnol consta de cuatro tomos. El primero de ellos es La gloire de mon père (La gloria de mi padre) publicado en 1957.

En estos recuerdos, yo no diré de mí ni mal ni bien; yo no hablo de mí, sino del niño que ya no soy”, dice en Marcel Pagnol en el prefacio.

La gloria de mi padre es un relato a modo de ensayo de Marcel Pagnol. La vida en el sur de Francia es el escenario donde Joseph, el padre de Marcel, su madre Agustine, su tía Rose, su tío Jules (su verdadero nombre Thomas), sus dos hermanos menos, etc. enriquecen la historia de Marcel. Pagnol también en esta autobiografía pone en valor la simplicidad con la que uno puede vivir y bien.

Como ya es una habitud, en las siguientes líneas solo voy a citar algunos pasajes que me parecieron interesantes.

Los recuerdos de un niño de los reemplazamientos de un curso por otro también dejan en la memoria del niño Marcel. El curso de teología fue remplazado por los cursos de anticlericalismo. De este cambio, Pagnol dice: “Se les dice a estos jóvenes que la Iglesia nunca había sido otra cosa que un instrumento de opresión, y que el objetivo y su labor de los padres, era de atar sobre los ojos del pueblo la venda negra de la ignorancia, todo cantándole fabulas, infernales o paradisíacas”.
  
Y, no solo eso, porque también el curso de historia “era elegantemente falsificado en el sentido de la verdad republicana”. También de alguna manera denuncia los propósitos de un gobierno: “Todos los manuales de historia del mundo, siempre fueron sólo folletos de propaganda al servicio de los gobiernos”.

Una fina forma de decir lo que fue la lucha de los laicos y el rol de los padres en Francia, encontramos en La Gloria de mi padre.  Reflexiones que también van hacia la naturaleza del hombre. Porque cuando el niño Marcel va con su madre Agustine a Saint-Loup, un lugar en los periféricos de la ciudad de Marsella ve la crueldad del hombre en un matadero de animales: “Creo que el hombre es naturalmente cruel: los niños y los animales dan prueba de esto cada día”.

Un formidable pasaje de interacción con su padre lo encontramos también en este capítulo del Souvenirs d’enfance. En una parte de ella dice: “Yo admiraba la omnipotencia de mi padre”, al ver a su padre como enseñaba a leer a los niños de entre 6 y 7 años.

Las decepciones también no son ajenas en este libro. Por ejemplo cuando Jules, antes de que se casa con Rose, la tía de Marcel, le había dicho que el parque le pertenecía y, cuando Marcel le sugería construir una casa allí, Jules le confiesa que en realidad no era el propietario de una tan grande superficie. “Yo estaba horrorizado por la pérdida instantánea de un patrimonio tan hermoso, y me arrepentí de haber admirado tanto tiempo a un impostor”, dice Marcel.

Marcel nos cuenta de las cosas prácticas que uno puede aprender cuando uno observa detenidamente los comportamientos de los entes que están a su alrededor. Por ejemplo, observando a los animales, a los insectos, etc. Un niño en íntima relación con su medio, es un niño que desarrolla enormes potenciales. El Padre de Marcel cuando constata los avances de sus estudios de sus niños, les recomienda dejar los “juegos inútiles” para dar paso a las observación minuciosa del comportamiento de las hormigas, porque él "veía en ellas el modelo del buen ciudadano".
Marcel era testigo directo de las opiniones y visiones de mundo de dos adultos, el de su padre y el de su tío Jules; uno no creía en la religión, el otro sí. Frente a esto, Marcel temía que su padre sea humillado o ganado en cualquier actividad o debate por su tío Jules. Pero en muchos casos, la fuerza moral y la motivación del pequeño Marcel era producto de sus lecturas. Gracias a ellas tomó conocimiento de la existencia del lago Titicaca, luego de Luis X y, estudió bien a los Pieles Rojos (aprendió a como caminar como un Comanche el pequeño Marcel).  

Cuando Joseph y Jules se fueron de caza y, Marcel los siguió en secreto porque no quería perderse esta experiencia y también temía que su padre fuera humillado por su tío durante la caza. Pero sucedió lo contrario.
Yo grité con toda mi fuerza: “¡Él los ha matado! ¡A los dos! ¡Él los ha matado!
[…]
Yo levantaba hacia el cielo la gloria de mi padre frente al sol crepuscular”, el padre de Marcel había matado dos perdices “bartavelles”, los perdices reales que son difíciles de cazarlos y, que Marcel lo había recogido a unos metros de la posición de su padre.

Este logro le trajo elogios a Joseph por parte de todos los vecinos. Y, como es difícil cazar a estas perdices sin la ayuda de los caninos o de un niño, Marcel es testigo de las afirmaciones de Mond. "Bravo pichoncito, me dice Mond. Uno de estos días, te llevaré conmigo", sin antes de enunciar su regla de vida: "¡Cuando no tienes perro, hay que tener niños!”.
Me encanto mucho este libro, Pagnol aquí nos hace descubrir la vida lejos de la capital francesa, donde se respira el olor de las hierbas, el canto de los insectos, etc. con un lenguaje enriquecedor.  Nos cuenta la vida en provincia, que de alguna manera es mucho más respetuoso de las reglas y valores del buen vivir entre todos, sin la abundancia material.

Recomendable leer y, si es posible, hacer de una lectura para los niños para une evasión enriquecedora.

Libro : La gloire de mon père, Marcel Pagnol, Collection Fortunio, éditions de Fallois, 1988, Paris.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Post Bottom Ad